Somos La Nueva Viga
Nuestro Inicio
La Nueva Viga viene del corazón de la Ciudad de México, donde el cielo y el fondo del mar está cerca.
Las presiones de rentas elevadas, los espacios reducidos, el tráfico que devoró esa parte de la capital invitaron a los introductores de pescado y mariscos a buscar la playa más cercana.
Lo que se llama La Vieja Viga estaba conformada por dos mercados contiguos, el primero en Calzada de la Viga 124, esquina con Lorenzo Bouturini, se llamó Centro Distribuidor de Pescados y Mariscos. El otro, ubicado en Calzada de la Viga 232, esquina con Roa Bárcenas, se llamaba Central Abastecedora de Productos Pesqueros.
De esta manera fue que la Sociedad Nacional de Introductores y Distribuidores de Pescados y Mariscos, que aún encabeza el Arq. Roberto Gutiérrez Ambriz, llegaron a los terrenos de La Nueva Viga.
Un proyecto conjunto donde cada grano de arena sería propio.
Al reunir una cantidad los introductores entablaron conversaciones con las autoridades para encontrar conjuntamente un espacio que cubriera las necesidades de expansión, crecimiento y desarrollo económico.
La necesidad estaba expuesta y la demanda consolidada, de tal manera que en los años 90 empezó a construirse el sueño de cientos de personas dedicadas a la distribución y venta de Pescados y Mariscos. De este modo 380 propietarios de sus bodegas vieron en febrero de 1991 la colocación de la primera piedra de un nuevo lugar dónde poder pescar. Así, el 23 de febrero de 1993 abrió sus redes, anzuelos y amistad, el primer mercado en condominio al público.
¡Con la calidez del puerto y los servicios de la gran ciudad!
Roberto Gutiérrez, administrador de La Nueva Viga, presentó el proyecto de este mercado al entonces regente de la ciudad, Manuel Camacho Solís, a María de los Ángeles Moreno, secretaria de Pesca y al secretario de Comercio y Fomento Industrial, Jaime Serra Puche, reunidos en el Palacio del Ayuntamiento frente al Zócalo capitalino.
Ahí, “pedí al regente que nos vendiera el terreno”, señala Gutiérrez Ambriz. Se pagó el predio y se adoptó un régimen de propiedad en condominio.
Antes de abrir sus puertas se visitaron varios países como Japón, Estados Unidos, Italia, España, Portugal, para ver la manera de operar, su eficacia y potencial en la venta de Pescados y Mariscos. Con la experiencia de la Viga, y lo que se aprendió de los mercados de otras latitudes empezaron a construirse las bodegas, las cámaras frigoríficas, los locales, de La Nueva Viga.
Un diseño pensado para el futuro.
Mercado de Vanguardia
En este escenario, las especies del mar vienen y van de La Nueva Viga al resto del país y al mundo. Llegan especies de Vietnam, Canadá, China, Noruega, Chile. Hay enlaces comerciales con esos países.
Existen especies marinas de México, únicos en el mundo, que son muy cotizados, entre éstos puede mencionarse el Pulpo, de Campeche y Yucatán; la Langosta de California, especies consideradas como las mejores del planeta. También tienen fama internacional el Camarón de Sinaloa y Sonora. Otras especies que tienen una considerable demanda en otros países es el Mero, el Peto, la Cola de Langosta del Caribe sólo existen en Manzanillo y Ensenada.
Actualmente La Nueva Viga recibe 1 mil 200 toneladas de productos del mar al día.
En un año suman más de 4 millones 050 mil toneladas, en lo que, en su momento fue el mercado más grande del mundo de Pescados y Mariscos. Posteriormente el Mercado de Tsukiji de Tokio, se amplió y se convirtió en el primer centro de venta con mayor extensión, sin embargo, en 2018 con una inversión de 5 mil millones de dólares fue reemplazado y duplicado en tamaño por el Mercado de Toyosu, quien hoy es el mercado mayorista de pescado más grande del mundo.
Así que el mercado de mayor envergadura del planeta exclusivo de productos pesqueros es La Nueva Viga.
La Nueva Viga recibe visitas de chefs de todo el país, es centro de estudio de diferentes escuelas de gastronomía de México.
Se surte desde este mercado ubicado en Prolongación Eje 6 Sur, No 560, en San José Aculco, alcaldía Iztapalapa a toda el área metropolitana y el 60 por ciento del país. Esto incluye cadena de supermercados, tianguis, hoteles, restaurantes, organismos sociales, y, desde luego, la invitada de honor: el ama de casa.
La Nueva Viga espera olas de gente, una suave brisa del placer de degustar lo mejor, que se echen las redes al infinito mundo del sabor y la salud, y se logre la mejor pesca de su vida.